diciembre 28, 2009

La ceniza y el barro


La gota de humo que en las cenizas cae
no despide el incienso que debiera
saldar la desconocida culpa,
el inconsciente sello que dio comienzo al festival.

La humareda cae y se desvela
en la incógnita de su misterio:
¿qué culpa me trajo hasta acá?
¿cuál de todos mis muertos debo enmendar?

La capilla ya ha sido incendiada
en la cera de sus velas,
esa puerta ya se cerró.

Sin embargo el negro humo de mi calcinación
se ha quedado quieto,
rodeando mi casa.
Seco,
en una cripta de humo y espinas,
la ceniza se esmera en volverse barro
otra vez.

1 comentario:

Cristóbal Gómez dijo...

amigo retórico
yo a usted lo kiero mucho

discúlpeme si me demoro en leerlo

usted sabe ke soy tonto
y casi solo leo poesía barata y fácil

jaja

entiendo su poema cenizas, colilla, restos, muerte, :-)

--veo ke lee a los poetas de Talca
sho una vez estuve con ellos
y otra vez con algunos :-)

saludos camarada
siga así

:-D