Corriendo los tejados, huyendo
el desaparecido le imputa
¿qué?, ¿te detienes justo cuando todo va bien,
cuando todavía no sonó la alarma y lo hecho
aún no existe?
corre
corre, que vamos a desaparecer,
nos saltaremos el foso de los lamentos insospechados
con la sospecha como propulsión
y la certeza como impulso.
Libélulas luminosas aleteando las desgracias:
no desafíes la fortuna que acompaña cada salto
discutiendo con el miedo como espejo.
¿Cuántas veces saltaste agradeciendo el impulso,
despertando en el sueño suspendido,
cuando el alba a tus ojos aún no admira?
Desvístete del temor y abrígate en la certeza
en cada levitación esplendorosa,
en cada encumbramiento habitado.
Sólo descálzate de tus 9,8 razones para gravitar y
¿Saltas?