Puede parecer triste
y no
pero hay cosas de las que ni dios
nos puede salvar
entonces
no importan ni los hechos virtudes
llenas de esfuerzos y talentos
sobrevolándonos la autoconciencia
ni karmas auráticos ni llamaradas del ser
no de ejemplos ni conciertos de totalidad
Algo deviene
No contra ni desde ni hasta ni dónde sino para
Nadie nos salva de lo que ocurre en nosotros mismos
cuando es la muerte con sus zarpas que deviene vendaval:
una hospitalidad de sangre y bienvenida