noviembre 03, 2005

El ramaje de la memoria


Como nudos en el ramaje de la memoria
sufrimos golpes, desdenes
que el follaje se encarga de cubrir.
Así son las piedras en el fondo del cauce,
causa del oleaje en el carrusel de la vida,
turbulencia en el vuelo infinito de la creación,
somos obstáculo y solución,
somos albatros y su traidor.
Pero no nos detenemos sino ante nosotros mismos
cuando el reconocimiento,
cuando se nos juega la voluntad y la concordancia
en el espejo terrible del tiempo
y se nos despierta el germen
justo cuando se acaba el sol.

Las espinas,
sudorosas, ya no clavan en la oscuridad sus puntas
para desinflar la noche y abrir astros
para ver si hay más allá.
Tras el manto
aguarda una savia generosa
de virtudes en flor y capullos de verdad
irguiéndose majestuosos como claridad
al augurio del sol.

Extensiones de luz
son nuestras flores
que amanecen en el insospechado humor
que nos envuelve como habitación y peldaño.

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