He salido del purgatorio para entrar en ti,
mi hogar de luz.
Siempre penitente, te ofrendo el arroyo el río el mar
para que desemboques en mí,
te ofrendo mi vida y me hago deudor de tu aliento.
Magia, que te embrisas y me soplas la música de nuestro hogar,
Favorece esta unión con la prosperidad y el amor sin fin. Amén.
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