Todos hacemos raíces
enredamos la vida en el suelo y crecemos
en un lugar que cada día se mueve bajo los pies.
La tormenta es la raíz de la deriva:
Ella te encalla y te devuelve la voz
después de contraerte la existencia.
Pero somos seres de vuelo
existimos en el aire y tejemos
nuestro propio manto multiforme
para colocalizarlo donde plazca
y si place se hará plaza.
Donde el manto asiente anclas
abrazar tu alborada sabiduría
con la ígnea aurora entrelazada a nuestros hilos
haciendo cobijo.
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